Este año nuestra "catalpa", (árbol de procedencia americana, cuyo nombre lo recibe de los indios) por fin, ha decidido mostrarnos sus preciosas y olorosas flores.
Carlos y yo no estaremos aquí para ver nuestro árbol convertido en este precioso ejemplar, pero nos hace ilusión pensar que nuestros nietos Alba, Guille, Abril y Lucía sí lo verán y recordarán que este árbol un día lo plantaron aquí sus abuelos y que disfrutaron de su primera floración.
1 comentario:
Precioso: te acabas de cargar una generación, me refiero a la que hay entre vosotros y vuestros nietos/as. A tus hijos y tu hija, que le den, ¿no?
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