EL ESCULTOR NICOMEDES DÍAZ PIQUERO
THE ESCULTOR NICOMEDES DÍAZ PIQUERO
POR JOAQUÍN MANUEL ÁLVAREZ CRUZ
Universidad de Sevilla. España
Pág. 377
Pero la obra paradigmática de aquel momento, por su magnitud y por reunir sus claves
plásticas, fue el monumento de Las Pajanosas (1971). Encargo de un promotor
inmobiliario catalán, admirador de su obra, su destino era el acceso a una urbanización
que se estaba construyendo en aquella localidad sevillana. Lo llevó a cabo con total
libertad, y como solía hacer en las obras de carácter público buscó inspiración en el
entorno donde se iba a ubicar, para que formara un todo con él. Así captó la esencia
de lo que signifi caba poseer una parcela en aquella urbanización, o en cualquier otra,
en una época donde la especulación no era el origen de su compra: la aproximación
a la Naturaleza. Pero también mostró la clave que permitía, al hombre del siglo XX,
acercarse a ella. Para desarrollar estas ideas recurre a un entramado de tubos férreos
que trazan líneas, planos, huecos y ritmos, donde laten las insondables fuerzas de Gea,
que pueden ser terribles, pero también acogedoras, como señala la primigenia oquedad
del espacio creado en su interior. Y encima, como cabalgando sobre aquella estructura,
coloca un automóvil, la herramienta que facilitaba al urbanita aquel reencuentro. Éste
parece guiado por las mironianas estrellas que jalonan el conjunto monumental. Con
su presencia le aportan el deseable tono lírico, casi mágico, pero también nos advierten
de los ecos surreales presentes en su génesis. De manera parecida, el recurso al objet
trouvé pone de manifi esto los contactos con las preocupaciones de los neorrealistas
franceses y del pop art europeo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario