1 cebolla, a ser posible fresca (cortada en juliana)
2 - 3 ajos (pelados y cortados a ruedas)
2 tomates (pelados y cortados a trocitos)
trozos de bacalao (esta vez lo he puesto fresco, pero queda mejor el seco, puesto a remojo en un "taper" dentro del frigorífico y cambiándole el agua cada 12 horas, durante 2 días, si los trozos son gruesos)
berberechos
chirlas (se sumerjen en agua con un poco de sal para que suelten la arena)
chocos
mejillones (se limpian bien y se les quitan las "barbas")
1 vasito de vino blanco
patatas
aceite de oliva virgen extra
sal, laurel, cilantro o perejil fresco, pimienta negra.
A la cataplana le quitamos la tapa, y la parte de abajo, la ponemos al fuego con el aceite, cuando esté caliente le añadimos la cebolla con un poco de sal y los ajos pelados, para que se poche.
Cuando la cebolla esté transparente, se le añaden los tomates.
Una vez el sofrito en su punto, es el momento de poner los chocos que se "marean" un poco y se incorporan las patatas "desgarradas", el laurel, la pimenta negra y el clavo de olor, completándose de sal (teniendo en cuenta que si lleva bacalao desalado, éste puede soltar alguna). Las patatas se remueven y cuando comienzan a hervir se bañan con el vino blanco, se aromatizan con el ramilllete de cilantro o perejil fresco, se tapa la cataplana y se esperan 15 -20 minutos (dependerá de la patata).
A los 15 minutos, destapamos con cuidado de no quemarnos, y le colocamos por encima el bacalao a trozos, los mejillones, berberechos, y chirlas (escurridas y lavadas bajo el grifo)
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