Pedimos en la pescadería que nos abran la melva por la mitad, una vez eliminadas las vísceras y la cabeza.
Ya en casa, la lavamos y sumergimos unos minutos en agua fría para "desangrarla".
La colocamos en una cazuela con agua fría, sal y 1 hojita de laurel y la dejamos al fuego unos minutos hasta que esté cocida, evitando el fuego fuerte.
Una vez cocida le quitamos las espinas y la piel.
Preparamos unos tomates, pimiento, cebolleta fresca, sal y perejil picado, introducimos los trozos de melva y la regamos con un generoso aceite de oliva virgen extra.
La metemos en el frigorífico para tomarla fresquita.
1 comentario:
Me guardas un tupper? Qué receta más veraniega!!!!
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