domingo, 10 de marzo de 2013

Roscos de aguardiente

Todos los años, cuando se acercaba la Semana Santa, mi madre la anunciaba, elaborando los  "roscos de aguardiente". El olor inundaba la casa, salía por las ventanas y perfumaba la calle.

Las vecinas decían: "ea, ya está Antonia haciendo roscos. Ya está aquí la Semana Santa", y así era. Mi madre, "la abuela Antonia", como la llaman sus cuatro biznietos, todos los años hacía los roscos, en cantidades tales, que recuerdo cómo los guardaba en una pequeña tinaja de barro, tapada con un paño blanco, mientras los que se iban comiendo, se encontraban en un lebrillo, donde desaparecían en un "plis plas".

Bien, pues ayer mismo, le pregunté: ¿Te acuerdas de cómo hacías los roscos? porque vamos a intentarlo.

Ahora ya tiene cerca de 94 años, pero, los hicimos: Mientras yo los freía, ella los pasaba por el azúcar y los colocaba. Yo creo que sólo esto la transportaba a otros momentos de su vida.

Y los hicimos, y han salido, como siempre, muy buenos, aquí pongo esta foto, que si tardo un par de días más, me quedo sin foto, porque desaparecen por sí mismos. Seguro que hay algún duende por la cocina.




ROSCOS DE AGUARDIENTE ( de  la abuela ANTONIA)
Freír una monda de limón en aceite. Una vez frito retirar la monda y dejar enfriar el aceite.

Mientras tanto:
Batir una clara a punto de nieve
Raspar la piel de medio limón (sólo la parte amarilla, lo blanco amarga)

En un cuenco,  o lebrillo poner:
2 tazas (tamaño café) de azúcar,
2 tazas (tamaño café) de anís seco "El Clavel" de Cazalla de la Sierra (Sevilla),
2 tazas (tamaño café) del  aceite, ya frio, (que hemos frito con la monda de limón),

La yema del huevo,  

½ cucharadita de canela molida
                                     Mezclar todo lo anterior
Incorporar la clara de huevo a punto de nieve

Añadir harina, poco a poco hasta conseguir que la masa se desprenda de la pared del lebrillo y tenga autonomía. (hemos usado Rivercote del  Lidl)
 
Cubro la masa con un paño y mientras preparo el aceite para freír, los platos con el azúcar y azúcar+canela y el recipiente donde vayan a guardarse.
 
Formar  los roscos, uniendo bien los extremos para que no se abran. Freir en abundante aceite caliente, pasar por un plato que contenga azúcar o azúcar+canela. Yo espero un poco antes de azucararlos. (en  la medida que estén más calientes absorben + azúcar, creo)
 
Pasados unos días, si quedan algunos, notarás que saben mejor…… o será que como quedan pocos se valoran más.

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