sábado, 29 de octubre de 2016

Anchoas en salazón



Cogemos 1 kg. de anchoas frescas y las congelamos durante 24 horas para destruir el parásito "anisaki".
Transcurrido este tiempo de congelación mínimo, las descongelamos y secamos, colocándolas en una fuente donde en el fondo pondremos una capa de sal alternando con otra de anchoas, siguiendo con sal, las anchoas  colocadas de manera ordenadas y cambiando la posición en la capa siguiente, así sucesivamente. Necesitaremos aproximadamente 1 kg. de sal gruesa.
Sobre la última tanda de sal, cubrimos muy bien con film transparente para que no entre aire y sobre este, algo que pese aproximadamente 2 kg. (dos brick de 1 lt. cada uno de leche, vino o similar).




Una vez transcurridos los 14 días, procedemos a quitarles la sal, pasándoles un pincel de silicona, o un estropajo de plástico, (en este momento como no tenía estropajo de plástico, utilicé una malla de envasado de verduras o ajos).
Si durante el proceso de salazón vemos en el recipiente líquido que vayan soltando, es conveniente irlo retirando.

      Malla para el "limpiado" de la sal    
                                                                      
                                                       Anchoas limpias de sal


Quitamos a partir de la cabeza, cabeza y tripas



                                 Damos un corte recto a la altura de la cabeza y en la cola



Las abrimos para quitarles la espina central (con cuidado de que no se rompa) y la lateral (aleta), separando los lomos que lavaremos brevemente bajo el grifo y pasaremos a un paño para secarlos en su totalidad.




Ya los lomos secos los pasamos a un taper o frascos de cristal con aceite de oliva virgen extra, para su consumo posterior.



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